Los Puyol, Xavi, Piqué… ya son campeones del mundo. Un gol de Iniesta, tras asistencia de Cesc, en el minuto 116 rompía el 0-0 y daba el triunfo a España cuando la final del Mundial de Sudáfrica parecía abocada a decidirse en la tanda de penaltis.
Con siete azulgranas en el once, la selección nacional quiso imponer nuevamente su estilo (el del Barça) para doblegar a una Holanda que se presentaba invicta a su tercera final mundialista. Los tulipanes rifaron su suerte al buen hacer de Robben y Sneijder, mientras el resto del equipo se dedicaba a intimidar al rival a base de patadas, con el ex-blaugrana Van Bommel como jefe de reparto. Pese a un juego muy a lo Mourinho, la Orange pudo llevarse el campeonato si Robben hubiese aprovechado alguno de los dos mano a mano que dispuso frente a Casillas.

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