El "partido del siglo" evidenció desde el primer minuto que blancos y azulgranas siguen estando a años luz. Mientras los de Mourinho siguen sin saber a qué juegan, los hombres de Guardiola llevan a la excelencia una filosofía de juego instaurada dos décadas atrás. Cinco minutos tardó el Barça en avisar a Casillas de que el encuentro se les iba a hacer muy largo. El disparo de Messi con rosca se estrelló en el palo, poco antes que Xavi abriera la lata recogiendo una asistencia de Iniesta y superando al meta blanco con un toque sutil. Los azulgranas seguían asfixiando a su rival con la presión y los mareaban haciendo correr el balón con eficacia y velocidad. Fruto de la insistencia local, un centro de Villa lo aprovechaba Pedro para firmar el segundo, tras ganarle la espalda a un Marcelo que volvió a quedar retratado. Entonces, un empujón de Ronaldo a Guardiola provocó la primera tangana del encuentro que descolocó unos instantes a los azulgranas y propició que los blancos intentaran reducir la desventaja con algún chut lejano de Cristiano y Di María.
Viendo el baño de la primera media hora, el técnico luso movió el banquillo, tras el descanso, dando entrada a Lass por el "desaparecido" Ozil, para dar más consistencia a una medular resquebrajada continuamente por Xavi, Iniesta y Busquets (perfecto el encuentro de los tres medios azulgranas). Sin tiempo para una reacción blanca, Messi se vistió de asistente para que Villa ampliara el marcador con dos uno contra uno que no desperdició. Con el 4-0, el Barça siguió gustándose mientras crecía la impotencia merengue que vio en el juego sucio (mención especial a Arbeloa, que sustituyó a Marcelo con la única misión de repartir estopa) la única manera de frenar la avalancha culé. La fiesta estaba desatada en el Camp Nou, mientras Bojan tenía dos oportunidades para lograr el quinto. La suerte que no tuvo el de Linyola la encontró Jeffren. El canterano, recién incorporado, hacía bueno un centro raso de Bojan para batir por quinta vez a Casillas y completar una goleada que no sólo pasará a la historia por el resultado, sino que también lo hará por la forma de conseguirlo. Para acabar, Ramos se expulsó con una brutal entrada sobre Messi y posterior agresión a Puyol… así Mourinho podía decir que volvieron a jugar con diez.
El Barça impartió cátedra futbolística en una noche inolvidable para el barcelonismo, mientras el proyecto galáctico 3.0 de Florentino recibió una cura de humildad, al comprobar como la calidad, el esfuerzo y el compromiso de un equipo sustentado por la gente de casa humillaba a un club en el que el egoísmo y la soberbia son sus señas de identidad.
5 - Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal; Busquets, Xavi (Keita, m.86), Iniesta; Pedro (Jeffren, m.86), Messi y Villa (Bojan, m.76).
0 - Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo (Arbeloa, m.60); Xabi Alonso, Khedira; Di Maria, Özil (Lass Diarra, m.46), Cristiano Ronaldo y Benzema.
Goles: 1-0, m. 10: Xavi. 2-0, m.18: Pedro. 3-0, m.55: Villa, 4-0, m.57: Villa. 5-0, m. 90+1: Jeffren.
Árbitro: Iturralde González. Mostró cartulina amarilla a Valdés (m.32), Cristiano Ronaldo (m.32), Villa (m.34), Pepe (m.36), Messi (m.45), Xabi Alonso (m.51), Marcelo (m.56), Casillas (m.56), Carvalho (m.71), Sergio Ramos (m.73), Khedira (m.75) y a Puyol (m.80). Expulsó a Sergio Ramos (m.92) por agredir a Puyol.