París nos debe una

El Regal Barça buscará, a partir de mañana en la capital francesa, lograr su segunda Euroliga. París no trae buenos recuerdos a los azulgranas, ya que allí, en 1996, un tapón ilegal de Vrankovic a Montero, a falta de pocos segundos, permitió al Panathinaikos levantar la Copa de Europa en detrimento de un Barça entonces entrenado por Aíto García-Reneses. También en París pero en 1991, el Pop 84 Split dejó sin el título a los azulgranas, que después de eliminar al Maccabi en semis cayeron ante los yugoslavos por 70-65.

Será la undécima presencia de la sección de baloncesto en una final a cuatro, en las que sólo en cinco ocasiones ha llegado a la final, logrando un único título, aquel 11 de Mayo del 2003 en el Palau Sant Jordi.

Para salir victoriosos de su visita a la ciudad de la luz, los de Xavi Pascual deberán superar dos duros escollos; primero el CSKA de Moscú y, en la hipotética final, a Olympiakos o Partizán de Belgrado.

Existen tres precedentes recientes de duelos entre catalanes y rusos en Final Four, con un balance desfavorable para los culés.

- En 2003 el Sant Jordi fue el escenario de un equilibrado duelo en semifinales que al final ganaría el Barça (76-71). Fucka (21 puntos) y Bodiroga (17) fueron los mejores de los blaugrana que acabaron llevándose el título. En el CSKA brillaron Holden (21) y Songaila (17)

- Praga acogió el segundo pulso tres años más tarde. Fue un duelo duro, marcado por el polémico arbitraje, que se llevarían los rusos (75-84). Williams (24) y Thornton (15) destacaron en los azulgrana, mientras que Papaloukas y Holden (19 puntos cada uno) fueron los jugadores más determinantes del CSKA.

- Berlín vivió el año pasado un nuevo enfrentamiento (78-82). El Barça, liderado por Andersen (24) llevó la batuta durante muchos minutos. Sin embargo, al final, el conjunto ruso con un gran Siskauskas (29) acabó imponiendo su ley y se metió en la gran final que venció el Panathinaikos griego.

París debe ser esta vez talismán -como lo fue para la sección de futbol en 2006- para ver como Grimau sucede a Rodrigo de la Fuente y levanta la segunda Copa de Europa culé.