Stamford Bridge. 6 de Mayo de 2009. Vuelta de semifinales de la Champions. Corría el minuto 93 de encuentro cuando, con el 1-0 en el marcador (0-0 en la ida) y con 10 jugadores sobre el campo después de la expulsión de Eric Abidal, Iniesta cambió la historia reciente del Barça.
Centró Alves desde la derecha, despejó Terry, la controló mal Eto’o, Essien no supo rechazar, la recogió Messi desde el balcón izquierdo del área y se la cedió a Iniesta para que el de Fuentealbilla conectara un misil desde la medialuna y lograra el ansiado gol del empate en Londres. Euforia, éxtasis…
El histórico tanto del manchego permitió al Barça disputar la final de Roma frente al Manchester y fue el inicio de la actual “edad de oro” azulgrana. Fue un gol que los barcelonistas conservarán para siempre en su memoria, la diana que lo cambió todo: la que esfumó los complejos del pasado e hizo optimistas a las nuevas generaciones culés. A raíz de aquel gol (el verdadero punto de inflexión, con el permiso de Pinto), llegó el triplete y posteriormente las 6 copas que derivaron en los actuales 13 títulos alzados -de 16 competiciones disputadas-.
El próximo miércoles el Barça de Guardiola regresa al punto de partida, donde pretende encarrilar el pase a una nueva final de Champions League. Iniesta y todo el barcelonismo volverá a recordar aquel mágico instante en el que toda la tensión acumulada acabó liberándose, gritando y celebrando al unísono el inolvidable gol de Andrés. ¡Qué recuerdos!
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