El Barça es un club comprador, no cabe duda, pero eso no debería significar que los futbolistas que no interesan los vayan regalando o malvendiendo.
¿Cómo es posible que jugadores como Heitinga, Saviola o Javi García (sí, Javi García!!), por poner algunos ejemplos de la liga española, puedan ser traspasados por 5 millones de euros o más? Si miro las ventas-bajas del Barça de este verano no encuentro una respuesta razonable.
De Sylvinho y Víctor Sánchez, poco que decir. El primero acababa contrato y el segundo es un joven canterano que merece ser cedido para disfrutar de minutos en Primera División y así poder regresar, con más experiencia, en un futuro próximo.
Jorquera también deja el Barça sin enriquecer las arcas pero su venta gratuita al Girona entra dentro de la lógica futbolística.
Gudjohnsen, un mediocampista con llegada que puede jugar de punta se marcha hacia Mónaco tras tres temporadas irregulares y su traspaso le supone al club la friolera de 0 millones de euros + 2 en función de variables. Gran operación económica para un futbolista con buen cartel en Inglaterra y que ha formado parte del equipo del triplete. Para no sacar ni un euro, podían haber contado con él para engrosar una plantilla corta de efectivos.
Lo de Hleb y Cáceres merece un capítulo especial. Hace un año se pagó más de 30 millones de euros por ambos refuerzos. 365 días después se van cedidos por un año a Sttutgart y Juventus respectivamente. Balance de la operación: -30 millones; ya que poco se puede entender amortizado tras la pobre campaña en minutos y juego del bielorruso y el uruguayo. Si todo va bien y realizan una buena temporada, igual el próximo año recibimos algo aunque sea por caridad.
Si lo de Hleb y Cáceres merecía un capítulo aparte, lo de Henrique es de juzgado de guardia. 10 millones de euros fue el coste del traspaso de un joven central brasileño desconocido del que se presumía un gran porvenir. Fue ficharlo y cederlo al Bayer Leverkusen, sin haber disputado pretemporada ni tan siquiera ser presentado. Tras una buena (eso dicen) temporada en Alemania regresa a Barcelona para formar parte de la plantilla 09-10. El central, esta vez sí, disputa la pretemporada con el equipo pero no convence a un Guardiola que prefiere que vuelva a ser cedido, esta vez al Racing de Santander, asumiendo el Barça parte de su ficha. Sin cuestionar al jugador, que apenas a tenido oportunidades, su fichaje esta siendo un auténtico fracaso. Y digo está siendo porque no sabemos aún cuántas veces más será cedido, es de suponer que la intención de la directiva es intentar que a medida que pasen las temporadas los aficionados se olviden de quién era Henrique.
Es evidente que algo extraño hay en todo lo relacionado con su fichaje (y con el de Keirrison (14 millones de euros) que lleva el mismo camino), ¿verdaderamente el dinero fue a parar a su club de origen, el Palmeiras o hay personas que se enriquecen gracias a estos traspasos? No lo sé; lo que sí sé, y a los hechos me remito, es que el Barça no sabe vender. Comprar es fácil y lo es más si el dinero no es tuyo.
¿Cómo es posible que jugadores como Heitinga, Saviola o Javi García (sí, Javi García!!), por poner algunos ejemplos de la liga española, puedan ser traspasados por 5 millones de euros o más? Si miro las ventas-bajas del Barça de este verano no encuentro una respuesta razonable.
De Sylvinho y Víctor Sánchez, poco que decir. El primero acababa contrato y el segundo es un joven canterano que merece ser cedido para disfrutar de minutos en Primera División y así poder regresar, con más experiencia, en un futuro próximo.
Jorquera también deja el Barça sin enriquecer las arcas pero su venta gratuita al Girona entra dentro de la lógica futbolística.
Gudjohnsen, un mediocampista con llegada que puede jugar de punta se marcha hacia Mónaco tras tres temporadas irregulares y su traspaso le supone al club la friolera de 0 millones de euros + 2 en función de variables. Gran operación económica para un futbolista con buen cartel en Inglaterra y que ha formado parte del equipo del triplete. Para no sacar ni un euro, podían haber contado con él para engrosar una plantilla corta de efectivos.
Lo de Hleb y Cáceres merece un capítulo especial. Hace un año se pagó más de 30 millones de euros por ambos refuerzos. 365 días después se van cedidos por un año a Sttutgart y Juventus respectivamente. Balance de la operación: -30 millones; ya que poco se puede entender amortizado tras la pobre campaña en minutos y juego del bielorruso y el uruguayo. Si todo va bien y realizan una buena temporada, igual el próximo año recibimos algo aunque sea por caridad.
Si lo de Hleb y Cáceres merecía un capítulo aparte, lo de Henrique es de juzgado de guardia. 10 millones de euros fue el coste del traspaso de un joven central brasileño desconocido del que se presumía un gran porvenir. Fue ficharlo y cederlo al Bayer Leverkusen, sin haber disputado pretemporada ni tan siquiera ser presentado. Tras una buena (eso dicen) temporada en Alemania regresa a Barcelona para formar parte de la plantilla 09-10. El central, esta vez sí, disputa la pretemporada con el equipo pero no convence a un Guardiola que prefiere que vuelva a ser cedido, esta vez al Racing de Santander, asumiendo el Barça parte de su ficha. Sin cuestionar al jugador, que apenas a tenido oportunidades, su fichaje esta siendo un auténtico fracaso. Y digo está siendo porque no sabemos aún cuántas veces más será cedido, es de suponer que la intención de la directiva es intentar que a medida que pasen las temporadas los aficionados se olviden de quién era Henrique.
Es evidente que algo extraño hay en todo lo relacionado con su fichaje (y con el de Keirrison (14 millones de euros) que lleva el mismo camino), ¿verdaderamente el dinero fue a parar a su club de origen, el Palmeiras o hay personas que se enriquecen gracias a estos traspasos? No lo sé; lo que sí sé, y a los hechos me remito, es que el Barça no sabe vender. Comprar es fácil y lo es más si el dinero no es tuyo.
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